Marco Teórico
Antecedentes del Tema:
La industria del plástico es una industria joven que en el año 2004
cumplió 94 años de edad. Los primeros 50 años correspondieron a la
investigación y la implementación de los descubrimientos realizados, los
siguientes veinte años en la difusión de información y aprovechamiento de ellos
y los últimos veinte años en optimizar el uso de los mismos.
La investigación de estos materiales inició desde 1830, cuando la
investigación pura conduce a muchos científicos a la síntesis de materias
primas, que después serán aprovechadas en la elaboración de diferentes
plásticos.
A diferencia de materiales existentes en la naturaleza como, la madera y
la piel de animales, que han sido utilizadas desde el origen de la humanidad;
vidrio y metal que registran su uso en las primeras civilizaciones como
Babilonia y Egipto; el plástico, es el primer material sintético, creado por el
hombre.
Antes de la aparición del primer plástico sintético, el hombre ya
utilizaba algunas resinas naturales, como el betún, gutapercha, goma, laca y
ámbar, con los que podían fabricar productos útiles y lograr aplicaciones
diversas. Se tienen referencias de que éstas se utilizaban en Egipto,
Babilonia, India, Grecia y China, para una variedad de aplicaciones desde el
modelo básico de artículos rituales hasta la impregnación de los muertos para
su momificación.
El desarrollo de estas sustancias se inició en 1860, cuando el inventor
estadounidense Wesley Hyatt desarrolló un método de procesamiento a presión de
la piroxilina, un nitrato de celulosa de baja nitración tratado previamente con
alcanfor y una cantidad mínima de alcohol. Su producto, patentado con el nombre
de celuloide, se utilizó para fabricar diferentes objetos, desde placas
dentales a cuellos de camisa. El celuloide tuvo un notable éxito comercial a
pesar de ser inflamable y deteriorarse al exponerlo a la luz.
Sin embargo, no es hasta 1907 cuando se introducen los polímeros
sintéticos, cuando el Dr. Leo Baeckeland descubre un compuesto de
fenol-formaldehído al cual denomina “baquelita” y que se comercializa en 1909.
Este material presenta gran resistencia mecánica aislamiento eléctrico y
resistencia a elevadas temperaturas.
Entre los productos desarrollados durante este periodo están los
polímeros naturales alterados, como el rayón, fabricado a partir de la
celulosa, del nitrato de celulosa o del etanoato de celulosa.
En 1920 se produjo un acontecimiento que marcaría la pauta en el
desarrollo de materiales plásticos. El químico alemán Hermann Staudinger
aventuró que éstos se componían en realidad de moléculas gigantes o
macromoléculas. Los esfuerzos dedicados a probar esta afirmación iniciaron
numerosas investigaciones científicas que produjeron enormes avances en esta
parte de la química.
Bases Teóricas
Los plásticos han tomado la Tierra. Su creciente
producción y uso amenazan con contaminar cada
rincón del planeta, especialmente los
mares, destino final de muchos de ellos, donde perjudican seriamente la salud
de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que los
pueblan. Los podemos encontrar en la playa, en las rocas, flotando en el agua e
incluso en las zonas más profundas. Desde el Ártico hasta la Antártida, en
zonas pobladas y en islas deshabitadas. Cada año, los mares y océanos son
receptores de hasta 12 millones de toneladas de basura.
La situación mundial es dramática, más aún teniendo en cuenta que la
producción de plásticos se acercará en 2020 a los 500 millones de toneladas (un
900% más que en 1980). Estas cantidades, su fácil dispersión y su lento proceso
de degradación convierte al plástico en el enemigo número uno de mares y
océanos. Su uso es un problema asociado a los modos de consumo, ya que la
mayoría se emplean para envases de un solo uso. España es el quinto mayor
productor de la UE.
Particularmente perjudiciales resultan los microplásticos, fragmentos
inferiores a 5 mm que pueden venir de la rotura de trozos grandes o haber sido
fabricados directamente así, como es el caso de las microesferas presentes en
productos de higiene y limpieza como exfoliantes, pastas de dientes o
detergentes. Se calcula que cada bote de 100ml puede contener entre 130.000 y
2,8 millones de estas diminutas bolas de plástico que llegan al mar a través
del desagüe, porque su tamaño tan reducido hace que no queden atrapadas por los
filtros de las depuradoras. Estudios recientes han observado que los animales
marinos están ingiriendo estos microplásticos, lo que está provocando bloqueos
gastrointestinales y alteraciones en sus patrones de alimentación y
reproducción. Pero no se queda ahí: hay evidencias de que se transfieren a lo
largo de la cadena alimentaria y llegan hasta nuestros platos.
Y aún hay más, porque tanto los microplásticos como los macroplásticos
tienen enormes impactos económicos y sociales. La basura acumulada en las playas
afecta directamente a un sector turístico dependiente de la buena salud del
litoral y el medio marino, mientras que las necesarias labores de limpieza
causan enormes desembolsos de dinero público.
Por ello tomar acción del daño que estamos causando es imprescindible,
comenzar a reducir el uso y ser consciente del impacto que los plásticos tienen sobre
los ecosistemas es responsabilidad de todos, tanto de las administraciones
públicas, como de las empresas fabricantes, como del usuario
!Muy buenos antecedentes de tu marco teórico compañero!
ResponderEliminarHola Ricardo, se agradece tus comentarios.
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